Xiaomi Redmi Note 8 Pro, análisis: cómo conquistar la gama media con una enorme batería y un procesador MediaTek

Mediatek vuelve a la gama media y lo hace de la mano de Xiaomi con su Redmi Note 8 Pro. Porque sí, el terminal de gama media que hoy nos ocupa tiene características más que interesantes de las que hablaremos a lo largo de su análisis, pero sin duda su procesador es uno de los puntos más polémicos, algo que aclararemos en este viaje en detalle por el terminal.

Con un diseño bastante llamativo, una batería que parece no tener fin, y una configuración de cámara bastante versátil, el Redmi Note 8 Pro quiere ganar la gama media antes de que finalice 2019. Por ello, procede destriparlo para saber si es merecedor o no de un hueco en tan complicado segmento.

Ficha técnica del Redmi Note 8 Pro

Un diseño llamativo y un panel correcto

El Redmi Note 8 Pro es un terminal que, al menos en nuestra unidad de color verde, entra por los ojos en la primera toma de contacto. Es un terminal bien acabado, bonito en nuestra opinión, aunque bastante grande. Sobrepasa los 16 centímetros de alto, aunque el grosor está bastante conseguido, teniendo en cuenta la inmensa batería con la que cuenta.

Se ha de tener en cuenta, eso sí, que el peso se va hasta los 200 gramos, algo que lo convierte en un terminal pesado, siendo esta cifra que algo queda por encima de la mayoría de alternativas en su rango de precio.

Si le damos la vuelta al terminal, nos encontramos con un enorme módulo de cámara que sobresale bastante del cuerpo del terminal. Esto puede llegar a suponer un problema si no lo utilizamos con funda, sobretodo porque parece sencillo que el cromo que recubre los bordes del módulo se arañe.

La pantalla del Redmi Note 8 Pro es de 6,53 pulgadas, con una resolución Full HD+ y tecnología IPS. Aquí echamos en falta la tecnología AMOLED que tan afinada tiene Xiaomi en propuestas como el Mi 9T o el Mi 9 SE. No obstante, llama la atención el esfuerzo que ha hecho la compañía china por calibrar de forma bastante similar todos sus paneles, independientemente del tipo de tecnología empleada en cada uno de ellos.

A nivel de colores, brillo máximo y temperatura, el Note 8 Pro se desenvuelve de forma suficiente, aunque echamos en falta el contraste extra que proporciona el AMOLED en negros y unos mejores ángulos de visión. El aprovechamiento frontal, según GSMarena es de un 84,9%, cifra bastante buena, aunque el bisel inferior sigue siendo notablemente mayor respecto al superior.

En cuanto al sonido, encontramos una experiencia algo insuficiente. En nuestras pruebas, le ha costado alcanzar picos de 70 decibelios. Por ello, el volumen es bajo, y la calidad bastante mejorable. Destacamos, eso sí, que pese a la masiva batería, el terminal conserva el jack de auriculares, excelentes noticias para los que se resisten a dar el salto al Bluetooth, en pos de la fidelidad de audio que aún sigue dando el cable.

Un motor bastante más potente que acaba con todos los prejuicios

Y llegó el MediaTek. El Helio G90T es el encargado de dar vida a este terminal, un procesador que se sitúa en benchmarks por encima del propio Snapdragon 730, una de las mejores propuestas de Qualcomm para la gama media, tanto a nivel de rendimiento como en eficiencia energética. Al procesador le acompañan 6 GB de RAM y 64 GB de memoria interna.

Así que, ¿cómo rinde este procesador de MediaTek? De forma sobresaliente, en pocas palabras. El Helio G90T se desenvuelve bastante bien tanto en juegos de alta exigencia gráfica como en tareas del día a día. Y no, no hemos encontrado los clásicos sobrecalentamientos de MediaTek en el pasado, problemas de cobertura o recepción GPS pobre. La compañía china, al menos en gama media, por fin ha logrado situarse a la altura de Qualcomm, algo que nos ha sorprendido gratamente, y que tan solo deja dudas acerca de las futuras actualizaciones que recibirá el terminal.

En lo referente a la biometría, el lector de huellas se sitúa en la parte trasera. El funcionamiento es correcto, aunque no es que destaque por ser uno de los más rápidos de la gama media. De hecho, el tiempo de desbloqueo es bastante similar a los lectores bajo pantalla de Xiaomi, muy afinados. Del mismo modo, encontramos un reconocimiento facial mediante cámara. Rápido, pero bastante inseguro.

MIUI 11 le sienta como un guante a este Redmi Note 8 Pro. La nueva capa de personalización de Xiaomi se mueve de forma fluida, es benévola a nivel de gestión energética, y no deja ni rastro de los pasados problemas con la llegada de notificaciones push. Las fuentes están más refinadas, los contenidos se ven mejor y, en pocas palabras, disfrutamos utilizando el sistema operativo (algo que no se puede decir con todas las capas). Contamos con algunas aplicaciones preinstaladas, pero no es demasiado difícil borrarlas del mapa.

A nivel de autonomía, cifras bastante altas. No nos ha sido difícil sobrepasar las ocho horas de pantalla en un día de uso. Unas seis o siete horas si alargamos a los dos días. El Redmi Note 8 Pro cuenta con una batería de 4.500mAh, que rinde tal y como esperábamos. De nuevo, el procesador de MediaTek mantiene el tipo, no encontrando drenajes excesivos mientras jugamos o realizamos cualquier otro tipo de tarea pesada. En cuanto al tiempo de carga, se eleva hasta la hora y media. Cifra que no está nada mal teniendo en cuenta el amperaje del dispositivo.

Una cámara versátil, con luces y sombras

La aplicación de cámara de Xiaomi no esconde secretos. Es completa, con modo manual, y no echamos prácticamente nada en falta. Como no podía ser de otro modo, cuenta con inteligencia artificial, aplicada sobretodo al reconocimiento de escenas, para establecer ajustes predeterminados que se adapten (sobre el papel) a la fotografía que estamos realizando.

Fotografía diurna

En el apartado diurno, encontramos resultados correctos, aunque la cámara de 64 megapíxeles no aporta el extra de detalle que se pudiera esperar, dada la resolución del sensor. El nivel de nitidez es correcto, aunque la interpretación del color es algo errática, y el HDR tiene serios problemas a la hora de exponer toda la escena.

Seguimos sin entender por qué Xiaomi apaga el HDR de forma predeterminada en la app, teniendo que activarlo nosotros de forma manual cuando este es, prácticamente, imprescindible si queremos que las fotografías no se quemen.

Fotografía nocturna

En el apartado nocturno, de nuevo, resultados correctos. Tenemos un modo noche que realza la exposición de las fotografías pero que, curiosamente, no logra sacar mucho más detalle. De hecho, en el ejemplo que hemos tomado, la fotografía sin modo noche tiene más detalle que la fotografía en modo noche.

Modo retrato

El modo retrato sí que nos ha gustado bastante, con un recorte más que preciso, y un look bastante resultón. Echamos en falta el telefoto para tener una aproximación más cercana a la de un objetivo de 50mm, pero haciendo el retrato con el sensor principal ganamos en angular, no hay mal que por bien no venga.

Selfie

A nivel de selfie los resultados son algo pobres. Sin HDR, el fondo se quema por completo, y con HDR, el sujeto se bajoexpone, aunque el cielo se mantiene bien expuesto. No obstante, preferimos los resultados con HDR.

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Redmi Note 8 Pro, la opinión y nota de Xataka Android

El Redmi Note 8 Pro es un buen teléfono, ofreciendo buenas bazas como lo son la versatilidad fotográfica, una autonomía de lo mejor en su segmento y un diseño que entra por los ojos desde el primer momento. Se echan en falta elementos como el teleobjetivo en su cuádruple cámara, así como la tecnología AMOLED que tan bien funciona en hermanos de precio similar.

Del mismo modo, este Redmi Note 8 Pro ha servido para demostrar que, montado en un buen conjunto de hardware, los nuevos procesadores de MediaTek acaban con los fantasmas del pasado, permitiendo a las firmas ajustar el precio, sin sacrificar por ello prestaciones.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.