El Realme 8 es uno de los últimos teléfonos que ha aterrizado en el catálogo del fabricante oriental, uno más con la última generación en conectividad móvil y que además ofrece características que lo sitúan en la zona media del mercado, pero con prestaciones algo superiores a la media en determinados aspectos como el de la autonomía o el relativo a su cámara.
El Helio G95 de MediaTek fija su posición con respecto al resto de gamas medias pero su precio lo coloca más cerca de la gama económica que de ninguna otra. Así pues, hemos decidido tumbarlo en nuestra mesa de análisis para ver qué es capaz de hacer este Realme 8 a un precio de 199 euros.
Ficha técnica del Realme 8
Realme 8 |
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Pantalla |
Super AMOLED de 6,4 pulgadas |
Procesador |
MediaTek Helio G95 |
Versiones |
4GB/128GB |
Cámaras frontales |
16 megapíxeles f/2.1 |
Cámaras traseras |
Principal: 64 megapíxeles f/1.8 |
Batería |
5.000 mAh |
Sistema operativo |
Android 11 |
Conectividad |
Dual 4G |
Dimensiones y peso |
160.6 x 73.9 x 8 milímetros |
Otros |
Lector de huellas en pantalla |
Precio |
realme 8 Smartphone Libre, Cámara cuádruple con IA de 64MP, Pantalla completa AMOLED superior de 6,4", Carga Dart de 30W, Batería masiva de 5000 mAh, Dual Sim, NFC, 4+64GB, Punk Black
Las huellas recogen el guante de un diseño tan atrevido
Poco a poco vamos acostumbrándonos a la que las gamas de entrada, y también las gamas medias que se acercan a sus precios, tengan diseños que empatan con los de sus hermanos mayores. Lo mismo ocurre en este Realme 8, un teléfono robusto con un diseño bastante elegante y que sin lugar a dudas está bien construido. El peso, 177 gramos, esta bastante equilibrado y el modelo no llega a hacerse pesado en ningún momento.
Sí hay que poner un pero al conjunto del teléfono y no es otro que su amor por las huellas. No en la pantalla, cuyo recubrimiento oleófugo está muy logrado, sino en la espalda. La elección del color plateado para la banda lateral del teléfono hace que el Realme 8 tenga auténtica pasión por las marcas de nuestros dedos. Si sois algo maniáticos en lo que respecta a la limpieza de los teléfonos, la trasera del Realme 8 5G será una de vuestras próximas pesadillas.
En cuanto al diseño en general, el Realme 8 tiene una configuración bastante clásica con un frontal casi enteramente dedicado a la pantalla (salvo los estrechos marcos y el agujero para la cámara frontal) y la trasera reservada para un módulo de cámara rectangular y la serigrafía 'Dare to leap' con el eslogan del fabricante. Los botones del teléfono quedan a la derecha del mismo y el lector de huellas es esconde tras la pantalla, en la parte inferior.
La pantalla en sí se porta bastante bien en casi todas las situaciones, incluyendo cuando la vemos en el exterior aunque se note que su brillo máximo no es el mismo que el de las líneas más altas de la marca. Tenemos buenos colores (y ajustables), una buena respuesta táctil y también buenos ángulos de visión, por lo que no será problema tener el teléfono lejos de nosotros para consultar notificaciones y demás impresiones en pantalla. En general, buena pantalla para tratarse de una línea media de perfil económico.
Además, al tener una OLED entre manos tenemos opciones como la de configurar la pantalla activa amén de otras como el 'confort visual' que tiñe el panel de tonos anaranjados. En la configuración de Realme UI 2.0 también encontramos una opción para 'desactivar' el agujero frontal de la cámara y que no es otra cosa que la colocación de un marco superior virtual teñido de negro. Una vez lo activamos, esa franja de la pantalla deja de ser inservible pues se oculta por motivos estéticos.
Salvo por la distorsión al llevar el volumen al máximo, el Realme 8 suena realmente bien
Por último, antes de saltar a la potencia, destacar que el Realme 8 disfruta de un buen equipo de sonido con un buen nivel de volumen máximo, aunque tiende a distorsionar un poco cuando lo llevamos al 100%. Tan sólo echamos de menos un poco más de graves para redondear la experiencia. También es de calidad el sonido emitido a través del cable de auriculares y a través del Bluetooth, y se aprovecha aún más si tenéis auriculares de calidad en casa. Como añadidos de software, Realme UI 2.0 nos ofrece Real Sound, permitiéndonos añadir preajustes automáticos al sonido como 'Película', 'Juego' y 'Música'. O sencillamente dejar el 'Inteligente' que viene configurado por defecto.
Un cerebro 'gaming' de perfil bajo a los mandos
Ha llegado el momento de hablar del desempeño de este Realme 8 y para empezar deberíamos describir cómo está compuesto su corazón: un Helio G95 de MediaTek al frente, corriendo a 2GHz, apoyado sobre 8GB de RAM y 128GB de almacenamiento interno. Un equipo interesante, sobre todo desde el apartado de la RAM, que hemos puesto a prueba con algunos resultados esperados y otros no tanto.
Da la sensación de que el Helio G95 tiene que 'acostumbrarse' a cada juego para rendir sin problemas
De entrada nos topamos con un procesador con apellido 'gaming' pero no demasiado potente que se atasca en algunas ocasiones en situaciones aparentemente sencillas, pero que una vez supera los ejercicios de calentamiento se desenvuelve con soltura. El procesador puede sin problemas con el día a día del teléfono siempre que empleemos aplicaciones y juegos ligeros que no requieran de mucha sobrecarga. Los problemas empiezan (y terminan pronto) cuando acudimos a software más pesado.
Os dejamos con las pruebas de rendimiento del Realme 8:
Los juegos más exigentes hacen sudar a este Helio G95 pero sólo durante los primeros minutos de cada partida. Conforme pasa el tiempo, el procesador se libera de tensiones y empieza a funcionar con fluidez, tal vez debido a que todo lo 'cacheado' está en su lugar correcto. Es cierto que el teléfono no desempeña una potencia brutal pero nos sirve para casi todo y contar con 8GB de RAM garantiza una multitarea fluida para un dispositivo de este nivel de procesamiento.
Es conveniente no abandonar el apartado de rendimiento sin hablar de que el teléfono se calienta cuando jugamos. No de forma excesiva, pero el aumento de temperatura se aprecia cuando llevamos poco tiempo jugando. La batería también se reduce cuando apretamos al procesador a base de juegos y una partida de 20/30 minutos a un juego exigente (Clash of Clans) puede acabar fácilmente con 20% menos de batería en nuestro Realme 8. En cuanto al lector de huellas del teléfono, y ya pasamos a la batería, se ha portado a la perfección en todas las ocasiones.
En lo que respecta a la batería, el Realme 8 nos pone en la mano una pila interna de 5.000 mAh que nos ha brindado entre 7 y 8 horas de pantalla en un día intenso, y que ha llegado hasta las 6 horas si repartimos la carga entre dos jornadas. Una pila voluminosa que garantiza un día de autonomía sin problemas y que además cuenta con carga rápida de 30W, por lo que acudir al enchufe hace que las esperas sean muy cortas. La carga completa del teléfono nos lleva algo menos de una hora y diez minutos, así que no tenemos quejas en este sentido.
Cuatro cámaras traseras y una frontal que no llegan a brillar
El Realme 8 llega a nosotros luciendo una cámara trasera cuádruple que tiene 64 megapíxeles f/1.8 al frente acompañada por otros tres sensores. Uno de ellos es de 8 megapíxeles y tiene una lente súper gran angular f/2.3 con apertura de 119º, otro de ellos es una lente con enfoque macro f/2.4 y dos megapíxeles, y por último otros 2 megapíxeles para lecturas de profundidad. Y en el frontal, 16 megapíxeles con apertura f/2.1. Pero ahora, vamos con el software.
La aplicación de cámara que Realme embebe en Realme UI 2.0 dispone de multitud de funciones como un modo profesional con opción a guardar las imágenes en bruto (RAW), modo retrato con un recorte y desenfoque de buena calidad (incluso de noche), el Realme 8 permite disparar al máximo de tamaño del sensor primario (64 megapíxeles), puede grabar vídeos 'time lapse' y en cámara lenta, ofrece fotografía panorámica y, dado que ha de aprovechar una de las cámaras 'de relleno', también dispone de modo súper macro con el que sacar fotos de muy cerca. Pero se trata de una cámara macro con un rendimiento algo irregular, como veremos más adelante.
Estamos ya acostumbrados a que prácticamente todos los teléfonos del mercado nos ofrezcan buenos resultados en fotografía cuando hay buena luz y este Realme 8 no es una excepción. Encontramos colores bien plasmados con una ligera sobresaturación que no llega a ser molesta, zonas de luz y sombra bien tratadas y bordes nítidos en los objetos, algo que no cambia con imágenes comprimidas (16 megapíxeles) o completas (64 megapíxeles).
También estamos habituados a que los resultados empeoren cuando llega la hora de fotografiar sin demasiada luz, y aquí el Realme 8 tampoco desentona. El enfoque se vuelve algo confuso cuando no hay buena iluminación, pero sobre todo se vuelve lento. El procesado nocturno tiene cierta querencia por la acuarela a la hora de mostrar colores borrosos debido a los filtros del sistema, y tenemos ruido de forma inevitable. Sin embargo, con un poco de paciencia podemos obtener alguna que otra toma de calidad.
Llegamos al súper gran angular, una de las cámaras (a juicio del que escribe) más divertidas de un teléfono móvil y aquí Realme nos sorprende con el que probablemente sea su mejor sensor. Enfoque rápido y veloz con luz, buen tratamiento de la imagen sin ella, bordes corregidos por software pero no en exceso para que se aprecie el efecto, y una distancia de enfoque relativamente corta tratándose de una lente de estas características (unos 10-12 centímetros). El procesado es uniforme con respecto a lo que hemos visto en la cámara principal, nada cambia en este sentido.
Toca hablar de la cámara macro y aquí volvemos a encontrarnos con un sensor de dudosa utilidad. Como suele ocurrir en estos casos, el sensor macro llega con enfoque al infinito así que tocar la pantalla sólo nos servirá para ajustar el contraste y luminosidad con respecto al punto tocado. Las fotografías resultantes son de 2 megapíxeles, con poca definición y el enfoque, pese a ser fijo, es algo errático. En muchas ocasiones se enfoca algo más lejos o algo más cerca de lo que buscamos, y no se puede ajustar. En cuanto a resultados, bien de colorido y algo justo en rango dinámico, pero pasables.
Como hemos dicho al principio, el Realme 8 cuenta con una cámara para lecturas de profundidad así que, efectivamente, tenemos modo Retrato con desenfoque selectivo. Y es un modo Retrato bastante efectivo que, salvo algún que otro pequeño error identificando capas complejas, ofrece fotografías bastante buenas en todos los sentidos. El procesado es parecido al de la cámara principal (es la cámara que se usa) así que encontramos la misma calidad que en ella con luz y sin ella, en tema de colorido, contraste y nitidez de bordes.
Cerramos el apartado fotográfico hablando de los selfies con el Realme 8. aquí nos topamos con fotografías tomadas a buena velocidad, con un enfoque rápido y de nuevo con un procesado virtualmente indistinguible del trasero. Las fotografías de la cámara frontal son, sin embargo, algo más luminosas que las traseras con una lente técnicamente más oscura, pero el Realme 8 se porta bien en tema de auto-retratos que ayuda a elevar la media del conjunto fotográfico del teléfono.
Realme 8, la opinión de Xataka Android
A lo largo de todo el análisis hemos sido plenamente conscientes de que estamos ante un teléfono cuyo precio de venta arranca en 199 euros, y que probablemente no tarde en bajar como suele ocurrir con todo el ecosistema Android. Pese a ello, no todo el viaje ha sido de color de rosa y aunque el Realme 8 nos ha dado cosas buenas también cuenta con algunas negativas.
El procesador, el diseño de espejo y la cámara macro son los talones de Aquiles de una línea económica muy competitiva
En el apartado de las cosas positivas encontramos una pantalla bastante buena en casi todos los aspectos, un sensor de huellas bajo la misma que funciona muy bien, un buen equipo de sonido y una autonomía que es más que notable, con un sistema de carga rápida que ayuda a subir aún más la nota. El Realme 8 también se porta bien en la fotografía más habitual, y presenta algunos problemas cuando se hace más compleja.
El sensor macro sigue sin tener mucho sentido en los móviles, y menos a 2 megapíxeles de resolución, y estamos ante un teléfono que se atasca cuando no debe (hasta que se cachea todo lo que hay que cachear) y que se calienta antes de la cuenta cuando estamos jugando. Luces y sombras para un teléfono que, sin embargo, nos ha dejado buenas sensaciones. Y también nos ha dado mucho trabajo a la hora de mantenerlo limpio. Traseras de espejo no, por favor.
8
A favor
- La pantalla es realmente excelente.
- Autonomía y carga rápida para no preocuparse de nada.
- Un sonido de mucha altura a muchos niveles.
En contra
- El diseño espejado atrae las huellas de forma incontrolable
- Se calienta demasiado rápido al jugar
- ¿Se acabará la moda de las lentes macro que sólo ocupan sitio?
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
realme 8 Smartphone Libre, Cámara cuádruple con IA de 64MP, Pantalla completa AMOLED superior de 6,4", Carga Dart de 30W, Batería masiva de 5000 mAh, Dual Sim, NFC, 4+64GB, Punk Black
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