Nokia sigue ampliando su catálogo y apostando fuerte por la gama baja y media. Son unos nichos de mercado muy jugosos y para competir en ellos hay que ofrecer algo bueno a un precio comedido, algo que resulte atractivo al usuario, algo que sea triple B: bueno, bonito y barato. Para cumplir -o no- con estos requisitos, Nokia lanzó el 29 de mayo su nuevo Nokia 5.1, un móvil asequible que ya ha pasado por nuestras manos.
El Nokia 5.1 se configura como un dispositivo a caballo entre la gama de entrada y la gama media que lo apuesta todo al diseño. Está fabricado en una única pieza de aluminio serie 6000 y, a diferencia de sus muchos competidores, no se sube al carro de la doble cámara, la Inteligencia Artificial ni los grandes alardes. Con una ficha técnica tan comedida como la suya, ¿podrá competir -y tener alguna posibilidad- en su rango de precios? Vamos a verlo.
Nokia 5.1, ficha técnica
NOKIA 5.1 | |
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DIMENSIONES Y PESO | 151,1 x 70,73 x 8,27 mm |
PANTALLA | IPS/LCD de 5,5 pulgadas |
PROCESADOR | MediaTek MT6755S (Helio P18) |
MEMORIA RAM | 2/3 GB |
ALMACENAMIENTO | 16/32 GB ampliables con tarjetas microSD hasta los 128 GB |
BATERÍA | 2.970 mAh |
SOFTWARE | Android One (Android 8.0) |
CÁMARA TRASERA | 16 megapíxeles f/2.0 |
CÁMARA DELANTERA | 8 megapíxeles |
CONECTIVIDAD | 4G/LTE Cat 4, GPS/AGPS/GLONASS, Bluetooth 4.2, WiFi 802.11 a/b/g/n, NFC, radio FM, jack 3.5 mm |
OTROS | Lector de huellas en la parte trasera, micro USB 2.0, dual SIM |
PRECIO |
Un diseño made in Nokia que nos resulta familiar
Empezando por el apartado estético, el Nokia 5.1 es un teléfono que resulta muy similar al resto de modelos de la firma, lo que no significa que no sea atractivo. Las esquinas redondeadas ayudan a que el teléfono encaje bien a la mano y se sienta cómodo y sorprendentemente premium. Es delgado y a la estética, en términos generales, solo se le puede sacar el "pero" de que la trasera es un imán de huellas.
En la parte trasera tenemos la cámara (de una lente) y su flash LED en un pequeño compartimento con los bordes en aluminio plateado, el lector de huellas dactilares y el símbolo de Nokia grabado en el propio cuerpo. En el lateral derecho encontramos el botón de encendido y apagado y los de volumen y, en el izquierdo, la bandeja para la tarjeta SIM doble y para la microSD. El marco superior acoge el jack de 3.5 mm y el inferior el puerto micro USB 2.0, el micrófono y el altavoz.
En cuanto a dimensiones, es un terminal de tamaño medio que apenas pesa y cabe perfectamente en el bolsillo. De hecho, pesa tan poco que muchas veces se te olvida que lo llevas. Como anécdota, durante el tiempo que lo he estado probando he tenido un par de sustos al no sentirlo en el pantalón. Con respecto a sus competidores, la comparativa queda de la siguiente forma:
NOKIA 5.1 | XIAOMI MI A2 LITE | MOTOROLA MOTO G6 | SAMSUNG GALAXY J6+ | XIAOMI REDMI NOTE 6 PRO | |
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DIMENSIONES | 151,1 x 70,73 mm | 149,3 x 71,7 mm | 153,8 x 72,3 mm | 161,4 x 76,9 mm | 157,9 x 76,3 mm |
GROSOR | 8,27 mm | 8.5 mm | 8,3 mm | 7,9 mm | 8,2 mm |
PESO | 150 gr | 178 gr | 167 gr | 178 gr | 182 gr |
PULGADAS | 5,5" | 5,84" | 5,7" | 6,0" | 6,26" |
RADIO PANTALLA/FRONTAL | 73,1% | 79,5% | 75,4% | 73,6% | 81,1% |
Un aspecto importante del diseño es la posición del lector de huellas. Si bien está colocado en la parte trasera bajo la cámara y, en teoría, el dedo debería caer justo encima suyo, lo cierto es que si tienes las manos un poco más grandes de la cuenta (como es mi caso), el dedo tiende a caer sobre el flash, que está justo encima. Eso significa que, sobre todo al principio, tendrás que acostumbrarte a doblar ligeramente el dedo para atinar a la primera.
A modo de resumen, puede decirse que el Nokia 5.1 es un móvil bonito, agradable en mano y elegante, al menos en la versión negra que yo he probado. También está disponible en naranja y azul. Con la pantalla bloqueada, el dispositivo parece un bloque negro que, sobre la mesa, queda realmente bien y parece más premium de lo que realmente es. El diseño es, sin duda, uno de los mejores puntos del dispositivo.
Una pantalla IPS que rinde a la perfección
A diferencia de muchísimos smartphones de la actualidad, el Nokia 5.1 huye del notch y apuesta por los marcos tanto inferior como superior, y he de decir que se agradece, aunque no habría estado de más que se hubiesen reducido ligeramente para conseguir mayor ratio de pantalla. Sea como sea, Nokia ha conseguido hacer un móvil sin muesca y simétrico, lo que disfrutarán todos los amigos del TOC como un servidor.
En cuanto al tamaño, la pantalla del Nokia 5.1 es una IPS/LCD de 5,5 pulgadas 18:9 con resolución FullHD+ (2.160 x 1.080 píxeles) que deja una densidad de 439 ppp. Se ve bien tanto a plena luz del día como de noche, aunque agradecería un poquito más de brillo y que el brillo mínimo fuese un poquito más bajo.
Los ángulos de visión son buenos y el nivel de saturación y contraste es correcto, por lo que es un panel decente al que no se le pueden poner apenas quejas. La única que podría destacar es el brillo automático. De vez en cuando, sobre todo cuando hay luz tenue, el brillo automático no termina de decidirse. Algunas veces baja dejando la pantalla demasiado oscura y otras veces sube y te molesta a la vista. Al final lo acabé dejando en manual.
Sea como sea, es un panel correcto que rinde como cabría esperar. Se pueden ver películas, jugar y chatear sin mayor problema, y eso es lo que acaba contando después de todo.
Y ya que hablamos de multimedia, hablemos del sonido. Es alto y se escucha bien, pero cuando lo pones al máximo suena demasiado enlatado, hasta el punto de que, en algunas canciones y vídeos, puede ser hasta incómodo. Si se mantiene el volumen a un nivel normal, la experiencia es correcta. Cuando sí flaquea es cuando pones una llamada en altavoz, que suena y te escuchan algo regular.
El rendimiento flaquea por culpa de un motor poco potente
Llegamos al que, posiblemente, sea el principal punto negativo del Nokia 5.1, el rendimiento. Con 2 GB de memoria RAM, 16 GB de almacenamiento interno y un procesador MediaTek Helio P18, el rendimiento del dispositivo es, en pocas palabras, regular.
NOKIA 5.1 | XIAOMI MI A2 LITE | MOTOROLA MOTO G6 | SAMSUNG GALAXY J6+ | XIAOMI REDMI NOTE 6 PRO | |
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PROCESADOR | MediaTek Helio P18 | Snapdragon 625 | Snapdragon 450 | Snapdragon 425 | Snapdragon 636 |
RAM | 2/3 GB | 3/4 GB | 3/4 GB | 3/4 GB | 3/4 GB |
ANTUTU | 61.000 | 76.500 | 70.542 | 32.000 | 115.991 |
GEEKBENCH 4 (SINGLE/MULTI) | 840/3.232 | 932/5.299 | 740/.3790 | 640/1.708 | 1.332/4.675 |
Los 2 GB de RAM se me antojan insuficientes para tareas del día a día como usar dos aplicaciones a la vez (chatear por WhatsApp y navegar por Internet) y el lag es evidente al abrir cualquier app. Por poner algún ejemplo, WhatsApp tarda tres segundos en abrirse, Instagram cuatro segundos y Spotify siete segundos. Al cargar mejora, pero la sensación que se te queda es la de que el móvil va lento.
También se nota en la multitarea, y es que si abres un juego (sea liviano o pesado), la app que hayas estado usando antes se habrá cerrado y tendrás que volver a cargarla, ergo a esperar tres o cuatro segundos. Puede que para el usuario menos exigente esto no suponga un problema, pero la experiencia tras mis pruebas es que 2 GB de RAM no son suficientes para 2018.
Y hablando de juegos, destacar que no he tenido mayor problema en juegos tipo Clash Royale o Clash of Clans, salvo cuando hay demasiadas animaciones en pantalla. Ahora bien, en juegos pesados la cosa cambia drásticamente. He probado PUBG Mobile, entre otros juegos que exigen muchos recursos, y la experiencia es la que cabría esperar. Fortnite, por cierto, no es compatible.
El juego se mueve solo en calidad baja y es medianamente fluido solo mientras andas o corres. A la mínima que el avatar dispara, salta, mueve la mirada o aparecen más animaciones de la cuenta, el teléfono se resiente y los FPS caen en picado. A esto ha de sumarse el calentamiento de la trasera. No es un móvil que esté hecho para jugar, y menos a juegos pesados.
En cuanto al almacenamiento, nuestro modelo de prueba tiene 16 GB de memoria, que son pocos. Me quedé sin memoria libre el primer día, cuando nada más encenderlo descargué todas las apps y juegos que uso tanto en mi día a día como para hacer los análisis. Además, si tenemos en cuenta que de 16 GB, 9 GB están dedicados al sistema operativo, se quedan libres 7 GB. Por suerte, siempre puedes introducir una tarjeta microSD y formatearla como almacenamiento interno.
En cuanto al lector de huellas, salvando que hay que acostumbrar el dedo a la posición, es rápido en el reconocimiento aunque algo lento en el desbloqueo. La huella se reconoce casi instantáneamente, pero hasta que se accede a la pantalla pasa un segundito. Todo perfecto en lo que a conectividad se refiere, tiene NFC (algo que agradezco ya que suelo pagar con el móvil) y la conexión, tanto WiFi como móvil, es estable.
Android One como sistema operativo era la opción más sensata
No voy a alargar mucho el apartado del software porque se trata de Android One, una versión casi, casi, casi limpia sin apenas añadidos. El Nokia 5.1 cuenta con Android 8.0 Oreo, aunque habría estado bien Android 8.1 como mínimo. Quiero creer que se actualizará dentro de poco pero, por el momento, toca conformarse.
La interfaz es limpia, no tiene bloatware y los únicos añadidos que HMD Global ha metido han sido la aplicación de cámara, que trataremos después, y una aplicación de soporte. Por lo demás, nada más encender el teléfono tendrás todas las aplicaciones necesarias para echarlo a andar, como Google Chrome, Google Play, Google Fotos, GMail o Google Pay.
Posiblemente Android One sea demasiado simple para algunos usuarios, puesto que implica no poder calibrar la pantalla, ecualizar el audio o trastear con las notificaciones, pero eso es algo más a gusto del consumidor. Punto interesante para la experiencia de uso es que permite activar el doble toque para despertar desde los ajustes, algo que me parece útil y que he acabado usando a menudo.
La navegación por los menús y la interfaz es fluida, pero la experiencia está muy lastrada por el hardware. Sin ir más lejos, he tenido muchos problemas con las notificaciones. Al recibir mensajes en WhatsApp, no han sido pocas las ocasiones en las que el terminal no me ha avisado o solo me ha mostrado los mensajes al entrar manualmente en la aplicación. Lo mismo con el correo, Twitter o Telegram.
El sistema operativo podría ir significativamente mejor con unos componentes algo más actualizados, pero la experiencia global, teniendo en cuenta la gama de la que estamos hablando, es aceptable.
La autonomía tampoco es el punto fuerte del Nokia 5.1
Hablemos de la batería. El Nokia 5.1 Plus cuenta con 2.970 mAh sin carga rápida de ningún tipo, lo que unido a un procesador no demasiado eficiente en términos energéticos, hace que la experiencia sea deficiente.
Por norma general, a lo largo de estos días he estado consiguiendo unas tres horas y media de pantalla activa como mucho, algo menos si le aprieto y le exijo un poquito más. A eso de las seis de la tarde, y haciendo un uso medianamente normal (echar fotos, chatear, Instagram y algún vídeo en YouTube), el teléfono empieza a pedir cargador, lo que significa que corres el riesgo de que te deje tirado, algo que me ha llegado a pasar.
En lo que a la carga se refiere, al no tener carga rápida, ponerlo de cero a cien es un proceso que lleva tiempo. En concreto, más de dos horas y media usando el cargado que viene en la caja. Tarda más de una hora y media en ponerse al 50% y dos horas en ponerse al 80%. La media hora siguiente es lo que tarda en completar la carga. Me ha dejado con un sabor más bien amargo.
Dos cámaras que no terminan de convencer
Llegamos así al apartado de la cámara. El Nokia 5.1 apuesta por una única lente trasera de 16 megapíxeles con apertura f/2.0 y una delantera de 8 megapíxeles gran angular con apertura f/2.0. No tenemos Inteligencia Artificial ni modo retrato, aunque sí cuenta con un modo manual que permite tocar todos los parámetros de la cámara (salvo la apertura de diafragma). Está bien tenerlo por si alguna vez te sientes creativo, aunque en el día a día posiblemente no lo uses.
La aplicación de cámara es sencilla y funcional. Tiene lo justo y necesario para abrir la app, pulsar el botón y sacar una foto. Cuenta con HDR, modo belleza, temporizador, máscaras 'tipo Snapchat', panorámica y modo manual. El modo HDR se debe activar manualmente (no tiene modo automático), y cuando está activado no puedes usar el flash, algo que puede ser ligeramente incómodo en según qué escenas nocturnas.
A pesar de su simpleza, es una app muy lenta, tanto a la hora de enfocar y disparar como a la hora de cambiar de modos. Entre que pulsas el botón de disparo y la foto aparece en la galería pueden pasar fácilmente unos tres segundos. Además, en muchas ocasiones (la mayoría), si pulsas el botón y mueves el móvil más rápido de la cuenta, corres el riesgo de que la foto salga movida.
¿Son los resultados buenos, al menos? La respuesta es "depende". No es que sea el máximo exponente en términos de nitidez y detalle, pero las fotos son válidas para subirlas a las redes sociales.
Cuando la luz es buena la escena sale bien, aunque se echa en falta algo de color y contraste. Las fotos tienden a salir con poca saturación, quizá demasiado planas y el detalle no está del todo definido. De todas formas, no es nada exagerado y algunas fotos salen bastante decentes.
En cuanto al HDR, a pesar de tener que ser activado manualmente, funciona. Es capaz de levantar las sombras y conseguir un resultado interesante en casi cualquier situación, al menos en la cámara trasera. A la izquierda, la foto con HDR; a la derecha, la misma foto con el HDR desactivado.
La cámara para selfies destaca por su gran angular, lo que es positivo para echar fotos en grupo. El nivel de detalle es de aprobado, sí, pero al menos la foto se salva, que no es poco. El sujeto sale bien enfocado, aunque el rango dinámico es más limitado.
El HDR en la cámara interna oscurece las sombras y aporta algo de contraste. Es cierto que no consigue recuperar el cielo quemado pero hace un buen trabajo en los árboles y los edificios del fondo. A la izquierda tienes la foto sin HDR, y a la derecha la misma escena con el HDR activado.
Cuando es de noche y hay luz artificial, la cámara rinde medianamente bien. No es que sea la mejor cámara de su rango de precios, pero al menos conserva algo de detalle y la escena sale aceptable.
Sin embargo, cuando no hay luz artificial, la cámara hinca la rodilla y se rinde por completo. Los resultados son, sencillamente, cuestionables. Básicamente, mejor no echar fotos de noche si no hay luz artificial, porque el resultado es una foto que no tiene ni color, ni contraste, ni nitidez ni, en muchos casos, un buen enfoque. Para muestra, un botón.
Seguimos con la fotografía y toca hablar de los selfies de noche. En este apartado sí debo decir que me ha gustado el resultado. Al no haber luces altas de fondo, la imagen sale bien de luz y, si tienes buen pulso, puedes conseguir algunos resultados decentes. En plena oscuridad y sin luz artificial mejor no intentarlo, pero para algún selfie nocturno ocasional puede valer.
Me gustaría poder hablar del modo retrato pero el Nokia 5.1 carece de él, por lo que no será posible. Pasando al vídeo, el Nokia 5.1 puede grabar en resolución FullHD o HD. No tiene estabilizador, ni óptico ni digital, y los resultados son los que puedes ver bajo estas líneas. Se puede comprobar que falta nitidez y estabilización, aunque el color es correcto.
En conclusión, una cámara justa para un uso casual pero de la que no he disfrutado demasiado. Es lenta, las fotos corren el riesgo de salir movidas y los resultados, aun suficientes para el rango de precios en el que estamos, dejan mucho que desear en algunas situaciones.
Nokia 5.1 Plus, la opinión y nota de Xataka Android
El Nokia 5.1 se puede comprar en color azul o negro por 194,90 euros en Amazon. Es un precio interesante que lo coloca en el mismo rango que sus principales competidores, pero el rendimiento no acompaña. Como ocurre con todos los terminales, el Nokia 5.1 tiene luces y sombras que deben tenerse en cuenta, pero en este caso las sombras son más numerosas que las luces.
Es de destacar el diseño. El color negro, la construcción en un único bloqueo de aluminio, las esquinas redondeadas, el tamaño, el peso... Es perfecto en ese sentido y lo cierto es que la sensación es muy, muy agradable. Es cómodo, cabe bien en el bolsillo, se puede usar con una sola mano y, por ese precio, poco más se puede pedir. La pantalla se ve bien, tiene un brillo suficiente (aunque mejorable) y el nivel de color y contraste es correcto. Podemos decir que, por fuera, el Nokia 5.1 aprueba con nota.
El problema está en el interior. El procesador MediaTek Helio P18 no es igual de potente que sus competidores y los 2 GB de RAM me parecen insuficientes para los tiempos que corren. Me habría gustado que Nokia hubiese apostado por un procesador de Qualcomm, el Snapdragon 660 o, en su defecto, el Snapdragon 450, y que la RAM fuese de al menos 4 GB, aunque eso implicase subir ligeramente el precio.
La cámara tampoco es su punto fuerte. Hay algunos smartphones que, si bien no tienen la mejor cámara del mundo, pueden usarse, pero la del Nokia 5.1 puede llegar a desesperar, tanto por la calidad en algunas escenas como por la lentitud. En cuanto a conectividad, me ha gustado que tenga NFC, puesto que suelo pagar con el móvil y me gusta tenerlo a mano, y jack de 3.5 mm. Tarde o temprano los auriculares con cable pasarán a la historia, pero hasta que eso llegue, no está de más poder usar los que tengo por casa para escuchar música.
En resumen, podemos estar de acuerdo en que es un móvil básico para usuarios poco exigentes, pero existen alternativas mejores y por el mismo precio que le hacen demasiada sombra. El diseño y la estética no pesan lo suficiente para contrarrestar las carencias en hardware. Además, no puedo evitar tener dudas, muchas dudas, sobre el rendimiento a largo plazo.
6,9
A favor
- Un diseño bonito que se siente premium
- Buena pantalla
- El precio
En contra
- El rendimiento es muy mejorable
- La cámara no rinde demasiado bien ni de día ni de noche
- Corres el riesgo de quedarte sin batería
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