"La tecnología debería mejorar la vida, no distraernos de ella", con este eslogan, Google nos presenta su Digital Wellbeing o Bienestar Digital, una de las novedades que se anunciaron con Android 9 Pie y que está enfocada a que entendamos y mejoremos nuestra adicción relación con el móvil. Aunque está en fase beta, si tienes un Pixel ya puedes probar Bienestar Digital y eso es justo lo que llevo haciendo durante el último mes.
Bienestar Digital se anunció en mayo durante la Google I/O y más tarde le siguieron iniciativas similares como Tiempo de Uso de iOS 12 y apps específicas como Facebook o Instagram. La tendencia es clara y cada vez hay más funciones que quieren ayudarnos a ser menos dependientes del móvil, la pregunta es ¿sirven de algo? Así ha sido mi experiencia con Bienestar Digital en Android 9 Pie.
Lo que pretende Bienestar Digital...
Android es el sistema operativo más usado del mundo, más incluso que Windows en lo que a consultar Internet se refiere. El móvil se ha convertido en el centro de nuestro universo digital, lo miramos a todas horas; nada más levantarnos, mientras comemos, en el baño, cuando esperamos, antes de irnos a dormir... Puede que no sea tu caso, pero la dependencia del móvil es un hecho, no hay más que salir a la calle para ver a personas de todas las edades enfrascadas en sus móviles.
Bienestar Digital quiere desplazar el móvil del centro de nuestra vida para que ocupe un lugar secundario y que desconectemos más fácilmente. Para lograr este objetivo tenemos tres bloques bien diferenciados: el dashboard, formas de desconectar y reducir interrupciones. Veamos qué ofrece cada uno de ellos.
Dashboard
La parte más importante de Bienestar Digital es el dashboard, que es la herramienta que nos dirá cuánto tiempo y cómo hemos usado el móvil. En la vista principal tenemos esta especie de gráfico donde podemos ver el tiempo total y las distintas tareas que hemos hecho más o menos tiempo. Además nos indica las veces que hemos desbloqueado el móvil y cuántas notificaciones hemos redibido. Si pulsamos en este gráfico obtenemos la información mucho más detallada
Tiempo de pantalla: en este apartado tenemos desglosado el tiempo que hemos pasado en cada app, así como un histórico con información de días anteriores y un gráfico de barras que viene muy bien para detectar los días de mayor y menor actividad.
Notificaciones recibidas: en el segundo bloque podemos conocer la cantidad de alertas que han llegado a nuestro teléfono, también desglosado por aplicaciones para ver cuales son las que más nos interrumpen.
Número de desbloqueos: en el tercer y último apartado podemos saber cuántas veces hemos desbloqueado el teléfono, pero además podemos ver la cantidad de veces que hemos abierto una app concreta.
Formas de desconectar
Saber que estamos todo el día mirando el móvil es el primer paso, pero si no atajamos el problema de poco nos sirve. Aquí Google nos propone dos soluciones: los temporizadores que limitan el tiempo de uso de las aplicaciones y 'wind down', una especie de modo No Molestar más completo.
Los temporizadores no necesitan demasiada explicación. Bienestar Digital nos permite limitar el tiempo de uso diario por aplicación. Por ejemplo, si pasamos demasiado tiempo en Instagram, podemos decirle que limite su uso a una hora. Si superamos el límite la app se cierra, el icono se pone en blanco y negro y no nos deja abrirla.
En el caso de Wind Down, que se traduce por 'desconectar', como decía se trata de una especie de modo No molestar más avanzado. En primer lugar podemos ajustar las horas en las que estará activo, pero además podemos elegir activar el modo escala de grises que pone toda la interfaz en blanco y negro. Aquí también tenemos acceso al modo No molestar normal y la luz nocturna.
Reducir interrupciones
En el tercer y último apartado, Bienestar Digital nos propone dos maneras de hacer que el móvil sea menos intrusivo, aunque no son ninguna novedad y ya van implementadas en cualquier terminal. La primera es limitar las notificaciones que recibimos aplicación por aplicación. La segunda es activar y configurar el modo No Molestar.
Ahora que tenemos la teoría, veamos como se traducen estas funciones a la práctica.
...y lo que consigue en realidad
Tras familiarizarme con sus funciones, lo primero que hice el día que instalé la beta Bienestar Digital fue configurar el modo Wind Down para que entrara en acción de 12pm hasta las las 7am. No sé si fue esa primera noche o varios días después, pero recuerdo que la primera vez que se me puso la pantalla en blanco y negro acabé desactivándola casi de inmediato, y aquí es cuando empecé a sentirme culpable por usar el móvil "fuera de horas". Esto sólo fue el principio.
Semana 1: ¿de verdad uso tanto el móvil?
Nada más instalarlo, Bienestar Digital nos nos proporciona ninguna información del uso, para eso hay que darle tiempo y dejar que vaya recopilando datos. Al principio me olvidé de que estaba y seguí usando el móvil como si nada, hasta que un día me puse a investigar el Dashboard y la culpa volvió.
El tiempo de uso durante las últimas cuatro semanas.
Mi primer récord fueron siete horas y media, casi una jornada laboral mirando la pantalla del móvil. Ése día cogí un tren a Madrid por lo que tenía excusa, del total, las casi cuatro horas de ida y vuelta me las pasé con el móvil. Pero aunque esto fue una ocasión excepcional, el resto de la semana usé el móvil una media de cuatro horas diarias. Me sigue pareciendo una barbaridad, sobre todo porque gran parte del tiempo se me iba en Instagram, Twitter, juegos o similares. En definitiva, que como diría mi madre no estaba haciendo nada de provecho.
Aquí fue cuando empecé a poner temporizadores, al principio recuerdo que me puse 30 minutos para Instagram, Twitter y las apps que solía usar más. Veamos si sirvió de algo (spoiler: no).
Semana 2: los temporizadores del demonio
Saber que pasaba demasiado tiempo con el móvil no sirvió para lo usara menos. La segunda semana no bajé de las cinco horas ningún día e incluso superé mi récord alcanzando las ocho horas en un día. Aunque volvía a tener excusa ya que fueron los días que estuve en IFA y fui la encargada de llevar la cuenta de Instagram de Xataka.
Excusas al margen, durante esta semana ya tenía activados los temporizadores que puse tras empezar a darme cuenta de mi adicción al móvil. Sin embargo, lo que suponía que iba a ayudarme a limitarlo sólo amplificó la culpa y le sumó estrés.
Cuando se va a agotar el tiempo establecido en el temporizador, primero llega una notificación cuando faltan cinco minutos y después otra cuando queda un minuto. Aquí puedes decidir si cerrar la app o esperar a que se agote el tiempo. Una vez agotado, la app se cierra y aparece una notificación en la que podemos aceptar nuestra propia imposición y dejar que el icono de la app se ponga en blanco y negro, o pulsar en 'Learn More' y dar más tiempo al temporizador o directamente cancelarlo, que es lo que acabé haciendo la mayoría de las veces.
De 30 minutos, los temporizadores pasaron a una hora, hasta que en plena feria IFA acabé desactivando casi todos los que había configurado y claro, después se me olvidó volver a ponerlos. Bueno, no se me olvidó, directamente pasé de hacerlo. Con este panorama, 'volver a las andadas' parecía inevitable, pero sorprendentemente el tiempo de uso se mantuvo a raya e incluso parecía que algunos días empezaba a disminuir, y obviamente no fue gracias a los temporizadores.
Semana 3: el tiempo de uso no lo es todo
Prohibir no es la mejor técnica para cambiar un hábito, y los temporizadores fueron la prueba clara de ello. Sin embargo, como decía más arriba, el Dashboard de Bienestar Digital ofrece datos en base a otros parámetros, uno de ellos es las notificaciones.
Notificaciones recibidas, semana a semana.
Muchas veces miramos el móvil porque queremos, pero también hay muchas veces en las que lo hacemos porque hemos recibido una notificación. Al mirar el Dashboard para consultar las notificaciones recibidas en las dos primeras semanas no detecté una relación directa entre éstas y el tiempo de uso. Sí, había días como el de IFA en el que alcancé el récord tanto de tiempo en pantalla como de notificaciones (8 horas y 902 notificaciones), pero en general recibir más notificaciones no significa que use más tiempo el móvil y viceversa.
A pesar de no ver una relación directa me di cuenta de que recibo muchísimas alertas en un día. Entre semana la mayoría provienen de Gmail y Slack, las dos apps que uso en el trabajo, pero también hay muchas de Telegram, WhatsApp y otras apps de uso personal. De media, la primera semana recibí 300 notificaciones, la segunda unas 440 y la tercera volví a las 300.
¿Cuántas veces desbloqueas el móvil en un día? Yo muchísimas.
El tercer y último parámetro que nos ofrece Dashboard es el número de desbloqueos, donde además podemos ver cuántas veces hemos abierto una app en un día. A estas alturas, los datos que me ofrecía Bienestar Digital ya no me parecían tan escandalosos, será que ya estaba curada de espanto, pero sí fueron muy reveladores a la hora de detectar esas apps que acabamos abriendo por inercia. En mi caso son Instagram y Twitter.
Esta tercera semana fue para mí un periodo de conocimiento. Empecé a tomar conciencia de mis hábitos con el móvil y a darme cuenta de esas veces en las que miramos el móvil casi como si fuera un acto reflejo. También tomé medidas para reducir las notificaciones de ciertas aplicaciones y desactivé la pantalla Always On. Es una función muy práctica pero también hace que abra más el móvil si veo algún icono de notificación.
Semana 4: ¿Y bien?
Mientras escribo estas líneas está a punto de concluir la cuarta semana desde que instalé Bienestar Digital en mi Pixel y llega el momento de responder la pregunta del millón: ¿Estoy usando menos el móvil?
Si me fijo únicamente en los datos recopilados por Bienestar Digital estos últimos días, la respuesta es un no, o al menos no ha habido una mejora contundente. Desde el lunes he estado usando el móvil una media de 3,8 horas al día, he recibido en torno a 360 notificaciones diarias y he desbloqueado el móvil unas 50 veces cada jornada. Los números son menos alarmantes que los de la primera semana, pero como decía no me parece que sea una mejora notable.
Donde sí noto una mejora es en mi relación con el móvil, en la toma de conciencia que comentaba un poco más arriba. Sí, sigo mirando Instagram por matar el tiempo, pero ahora soy más consciente del uso que doy al móvil y poco a poco voy tomando medidas para cambiar mis hábitos.
A pesar del odio que les cogí al principio, he acabado manteniendo algunos temporizadores, aunque eso sí, con unos límites más realistas. Hay días en los que me paso el límite y los vuelvo a desactivar, pero ya no me siento culpable. El uso que doy al móvil depende mucho de las circunstancias de cada día, no es lo mismo un día entre semana que un viaje o que un fin de semana donde salgo más y presto menos atención al móvil.
Aunque todavía está en fase beta, tras pasar un mes probándolo creo que Bienestar Digital es una herramienta que, sin ser perfecta, en mi caso ha conseguido su objetivo, aunque hay que darle tiempo. Sí, al principio le cogí manía, pero eso es porque cometí el error de creer que era un remedio y no lo que es en realidad.
Bienestar Digital es una herramienta y las herramientas requieren interacción del usuario para cumplir una función práctica. Sigue instalado en mi móvil y, de momento, lo seguirá estando.
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