Huawei P Smart Z, análisis: el primer móvil con cámara pop-up de Huawei destaca también por su gran autonomía

En plena era post-notch, la mayoría de fabricantes está buscando soluciones para lograr el máximo aprovechamiento del frontal sin tener que recurrir a la tan polémica muesca. En el caso de Huawei, hemos visto ya un modelo que ha optado por la pantalla perforada, el Nova 4, y ahora, también, tenemos su propia propuesta con cámara retráctil: el Huawei P Smart Z.

Este teléfono fue presentado a primeros de mayo corroborando todo lo que se había filtrado hasta el momento y salió a la venta hace unos días a un precio que sorprendió a más de uno. Tras pasar unos días probándolo a fondo, a continuación os contamos cómo se comporta el primer móvil de Huawei con cámara de tipo periscopio.

Ficha técnica del Huawei P Smart Z

Diseño elegante marcado por la cámara pop-up

La solución de la cámara pop-up fue estrenada el año pasado por el Vivo NEX, pero pronto comenzó a dar algunos problemas. Eso no ha impedido que otros fabricantes, como Huawei, hayan implementado este tipo de cámara en algunos modelos. El Huawei P Smart Z es, por tanto, un terminal cuya seña de identidad es la "no-presencia" de una cámara en el frontal. Y decimos "no-presencia" en lugar de "ausencia" porque la cámara frontal sí que existe, pero permanece oculta en la parte superior.

Al sostener el Huawei P Smart Z, lo primero que apreciamos es un peso algo excesivo (casi 200 g), incluso para un teléfono de 6,59 pulgadas. Precisamente ese tamaño de pantalla es el que impide también que podamos usarlo con una sona mano. No obstante, este modelo tiene unos buenos acabados (a pesar de que Huawei ha optado por el plástico en lugar del cristal) y presenta una ligera curvatura en la trasera que hace más agradable su agarre.

En esa parte trasera es donde encontramos la doble cámara alineada verticalmente en una esquina, con el flash justo debajo, y el sensor de huellas en el centro, en un lugar que facilita la colocación natural del dedo índice. El módulo de la cámara apenas sobresale del cuerpo, por lo que el teléfono no "cojea" cuando lo apoyamos bocarriba en una superficie plana.

Además, la cubierta trasera presenta una línea divisoria que separa dos zonas con dos tonalidades diferentes de azul en el caso de nuestra unidad, aunque también está disponible en negro o en verde. Lo que no podemos pasar por alto es la facilidad con la que aparecen huellas, suciedad y arañazos en esa parte trasera, lo que demuestra que el tratamiento oleofóbico no es para nada efectivo. Aquí, sin embargo, hemos de agradecer a Huawei que incluya en la caja una funda de silicona transparente para el teléfono.

Si nos fijamos en los marcos del Huawei P Smart Z, tenemos un lateral izquierdo completamente limpio y un lateral derecho donde se ubican el botón de encendido y el control de volumen. En el borde superior es donde se hallan la cámara frontal y la bandeja de las tarjetas Micro SD y Nano SIM, mientras que el inferior queda reservado para la toma jack de auriculares, el puerto USB-C y un único altavoz.

La parte frontal, al carecer de notch, está dominada completamente por una pantalla con un discreto altavoz en su parte superior y unos marcos bastante ajustados, que le llevan a logran un ratio pantalla/frontal del 84,3%. A continuación, podemos ver una tabla comparativa con modelos que también incluyen este tipo de cámara pop-up:

Como vemos, a excepción del Vivo NEX, el Huawei P Smart Z es el que más pesa y el que más mide (casi 164 cm de largo); sin embargo, y a pesar de que también ostenta el mayor grosor junto a la propuesta de OPPO, es el modelo que peor aprovechamiento hace del frontal, con un 84,3%. Con esas dimensiones, por supuesto, el uso del teléfono con una sola mano es harto complicado.

Todo-pantalla con aprobado en visualización

Para este modelo, Huawei ha optado por un panel LCD de 6,59 pulgadas con una relación de aspecto 19,5:9, resolución FullHD+ de 2.340 x 1.080 píxeles (391 ppi) y 16,7 millones de colores. Como hemos dicho, no hay ni rastro de notch (ni alargado ni en forma de gota de agua) ni de perforaciones y los marcos se pueden considerar ajustados, aunque el inferior sí que es más ancho de lo que nos gustaría.

Tenemos, por tanto, una pantalla a priori perfecta para disfrutar de contenido multimedia, aunque ya te adelantamos que el sonido que proporciona su altavoz no es uno de los puntos fuertes de este modelo (es demasiado bajo y distorsiona si nos llevamos el volumen al máximo).

En la práctica, y sin llegar a la calidad que nos dan los paneles OLED, la pantalla del Huawei P Smart Z ofrece una visualización correcta, aunque hemos apreciado demasiados reflejos bajo la luz directa del sol que también se producen al observarla desde diferentes ángulos. El brillo es óptimo en términos generales, pero permanece algo apagado cuando lo tenemos en Automático.

También hubiera sido deseable algo más de contraste y unos tonos algo menos fríos en la configuración que trae de fábrica, aunque esto último es posible corregirlo manualmente en los ajustes de pantalla que incorpora este teléfono y que nos permiten establecer la temperatura de color y el modo de color a nuestro gusto.

En esos ajustes, encontramos, además, un modo lectura, el control por gestos, la opción de visualizar algunas apps a pantalla completa y elegir entre resolución FullHD+, resolución HD+ o resolución inteligente (que la disminuye automáticamente para ahorrar batería). Aquí, echamos de menos, por ejemplo, la posibilidad de "despertar" la pantalla con uno o dos toques sobre ella.

Un rendimiento aceptable para la gama media

El Huawei P Smart Z monta el procesador Kirin 710F, marca de la casa, que va acompañado por 4 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento interno (ampliable con una tarjeta micro SD hasta 512 GB). Sobre el papel, este chipset de ocho núcleos promete mejorar eficientemente la velocidad de funcionamiento y reducir el consumo de energía, incluso "jugando con gráficos intensos y live-streaming", asegura Huawei.

A la hora de la verdad, lo cierto es que este modelo proporciona un rendimiento adecuado para la gama media, con un comportamiento que no destaca especialmente, pero que tampoco decepciona, ni siquiera a la hora de jugar (a títulos no demasiado exigentes, claro) o de ver contenido en streaming.

La navegación es fluida y la multitarea gestiona bien las apps abiertas, permitiéndonos abrirlas y desplazarnos entre ellas sin problemas. Los 4 GB son algo habitual en este rango de precio y los 64 GB de almacenamiento (de los cuales quedan libres de inicio unos 54 GB), pueden parecer escasos a priori, pero eso es algo que tiene fácil solución. A continuación, os dejamos una tabla compartiva con los benchmarks de otros modelos similares:

Llegados a este punto, no podemos pasar por alto el buen funcionamiento del lector de huellas (sobre todo, teniendo en cuenta que este modelo no cuenta con reconocimiento facial). Además de ofrecer una identificación rápida y precisa, este sensor admite gestos sobre su superficie, algo que al principio nos parecerá extraño, pero que, una vez acostumbrados a ello, resulta bastante útil. Con esos gestos, podremos, por ejemplo, abrir el panel de notificaciones, hacer una foto en vertical o incluso contestar llamadas al mantenerlo pulsado.

Autonomía para rato

Si hay un apartado en el que este modelo de Huawei nos ha sorprendido es en el de la autonomía. El grosor y el peso que críticabamos en el primer apartado, aquí le han dado el espacio suficiente al fabricante chino para incorporar una batería de 4.000 mAh que ofrece una larga duración.

Durante el tiempo que hemos podido probarlo, el teléfono ha terminado el día con algo más del 20% haciendo un uso intensivo (unas 10-11 horas de pantalla) y ha alcanzado los dos días de autonomía con un uso moderado (unas 5 horas de pantalla al día). Para ser más concretos, sirva esto como ejemplo: 30 minutos de reproducción de vídeo en streaming (vía WiFi) a pantalla completa y con el brillo al máximo, solo consumen un 6% de la batería.

Por desgracia, y a pesar de contar con un puerto USB de tipo C, el Huawei P Smart Z no es compatible con la carga rápida, aunque tampoco podemos decir que sea demasiado lento en recargar su batería. Con ella agotada completamente, apagado y enchufado a la corriente con el cargador que trae de serie (de 10 W), hemos comprobado que obtiene un 23% de energía en media hora y tarda en recargarse completamente unas 2 horas.

En este sentido, destacan también la opción de 'Optimizar consumo de energía', que nos da consejos para ahorrar batería mostrando los elementos que podemos optimizar manualmente, y la posibilidad de elergir entre el modo de máximo rendimiento (para que el teléfono funcione a plena potencia), el modo de ahorro de energía (entre otras cosas, limita la actividad de apps en segundo plano, reduce los efectos visuales y deshabilita la sincronización automática del correo) y el modo de ahorro de energía ultra (deshabilita la mayoría de apps).

Android 9 Pie con lo bueno y lo malo de EMUI

En pleno revuelo por la ruptura entre Google y Huawei, hay que aclarar, antes de nada, que Android ya ha confirmado que mantendrá abierto el servicio de Google Play y de Google Play Protect en los actuales teléfonos del fabricante chino, entre los que se encuentra, por supuesto, este modelo.

Dicho esto, el Huawei P Smart Z viene con Android 9 Pie con EMUI 9.0.1, la característica capa de personalización de Huawei, que incluye una estética perfectamente reconocible y gran cantidad de apps preinstaladas: Galería, Calendario, Temas, Música, Vídeo, Salud, Bloc de notas... También tenemos un cajón con herramientas como El tiempo, Calculadora, Radio FM, Linterna, Copia de seguridad, Modo Fiesta, etc.

Muchas de esas aplicaciones, como el Gestor, que nos ayuda a optimizar el rendimiento, resultan bastante útiles; otras, como Salud, Sugerencias y la mayoría de herramientas, es posible desinstalarlas si no vamos a usarlas. Sin embargo, hay algunas apps como Música, Vídeo o Correo, que además de estar duplicadas, no pueden desinstalarse. Eso sí, este modelo no trae ninguna app de terceros pre-instalada (Facebook, Amazon, etc.) ni incluye la famosa tienda de apps de Huawei, AppGallery, te remite directamente a Google Play.

Ver galería completa » Imágenes de EMUI (27 fotos)

Aunque cuesta reconocer a Android bajo esta capa de Huawei, no podemos negar que EMUI también tiene sus cosas buenas, como sus amplias opciones de personalización y sus numerosos ajustes. Aunque en la práctica, es probable que nunca hagamos uso de algunas herramientas como el Modo Fiesta, hay otras, como hemos comentado, que sí que resultan útiles. Eso sí, no esperes encontrar el Bienestar Digital de Android 9 Pie porque Huawei ha decidido sustituirlo por su propia función: Balance Digital.

En cualquier caso, EMUI es una capa con virtudes y defectos que gusta a unos y que desagrada a otros, pero que en este modelo, creemos que no ralentiza el funcionamiento del teléfono, no consume demasiados recursos y, en nuestra opinión, genera una experiencia de uso satisfactoria aportando, en muchos casos, un valor añadido a Android.

Sorprende el periscopio, decepciona la calidad

Pasamos ahora al apartado fotográfico y, aunque el elemento diferenciador de este modelo es su cámara frontal, vamos a comenzar hablando de la trasera, donde el Huawei P Smart Z incluye un sensor principal de 16 megapíxeles con apertura f/1.8 y un sensor secundario de 2 megapíxeles cuya única función es la de lograr el efecto bokeh en el modo retrato.

La aplicación de la cámara no se sale de lo que nos tiene acostumbrados Huawei, con unos iconos intuitivos y acceso directo a las principales funciones. Por un lado, vemos una miniatura de la última foto realizada, el disparador y el conmutador para cambiar de la cámara trasera a la frontal; y por otro, tenemos los modos disparo: Apertura, Noche (donde es posible ajustar la sensibilidad y la velocidad de obturación), Retrato (con opción de efecto bokeh, cinco tipos de iluminación y diez niveles de belleza, Foto, Vídeo y Más.

Precisamente en ese último apartado de Más, es donde encontramos algunas opciones que carecen de acceso directo y que creemos que deberían tenerlo, como el modo Profesional (con posibilidad de ajustar manualmente la sensibilidad, enfoque, velocidad de obturación, blanace de blancos y composición de la exposición), la Panorámica y el HDR. También se incluyen en esta pestaña los Filtros, la Pintura con luz, la Lente AR y la opción de grabar a Cámara Rápida o Cámara Lenta.

En la parte superior si sostenemos el móvil en vertical, o a la izquierda si lo tenemos en horizontal, están los ajustes y algunas funciones que varían según el modo de disparo elegido, como el flash, la foto en movimiento y la cámara IA, que hace uso de la Inteligencia Artificial para reconocer 22 categorías en tiempo real (según Huawei) y establece automáticamente los ajustes oportunos. En la práctica, hemos comprobado que, salvo en algunas ocasiones en las que confunde algunas escenas (fuegos artificiales con lámparas, por ejemplo), la IA funciona correctamente en la mayoría de los casos y mejora los resultados respecto al modo Automático.

¿Y cómo se comporta esta cámara? En situaciones con buena iluminación, aunque la calidad y la nitidez de las imágenes es buena, sí que apreciamos un rango dinámico algo pobre y una cierta tendencia a sobreexponer; para paliar un poco este problema, tendremos que recurrir al modo Profesional.

Por la noche, si recurrimos al modo Noche, tarda varios segundos en "mejorar la foto", un tiempo demasiado largo durante el que Huawei te recomienda que no muevas el teléfono. Hay que reconocer que los resultados son bastante mejores que en el modo automático, pero en ambos casos, la pérdida de detalle y el lavado excesivo de la imagen son evidentes. En cuanto a la opción de HDR, después de probarla en contraluces, atardeceres y escenas con grandes contrastes, sinceramente, no hemos notado apenas diferencia.

Lo mismo sucede con los cinco tipos de iluminación en el modo Retrato, que arrojan resultados muy similares en todos los casos, salvo en la iluminación escénica, que aísla el rostro dejando el resto de la imagen en negro. Por el contrario, tanto el efecto bokeh como el embellecedor realizan un trabajo un tanto agresivo. En el primer caso, el desenfoque del fondo provoca una pérdida de nitidez en algunas zonas del primer plano, por lo que es mejor recurrir al modo de disparo Apertura y ajustar desde ahí el diafragma. En el segundo caso, el nivel 10 de belleza es tan exagerado que, si no quieres parecer un dibujo, te recomendamos que uses algún nivel inferior al 5.

El flash, como sucede en la mayoría de los casos, es preferible no usarlo porque "quema" la foto. En cuanto al zoom, a pesar de incorporar dos sensores, el Huawei P Smart Z no cuenta con teleobjetivo (ni gran angular, por cierto) y apuesta por un zoom digital que genera una gran pérdida de calidad en la imagen por encima de 2X.

Y vamos a detenernos, por fin, en la gran protagonista de este teléfono: la cámara frontal, que es de tipo periscopio y cuenta con un único sensor de 16 megapíxeles con apertura f/2.2. El mecanismo mediante el que la cámara sale del cuerpo o se oculta en él, funciona perfectamente, tarda poco más de 1 segundo y va acompañado de un efecto sonoro que podemos desactivar en el apartado de sonido de EMUI.

La única manera de sacar o meter esta cámara frontal es a través de la app de la cámara, concretamente en el conmutador que hemos comentado antes y que solo está disponible en los modos Retrato, Foto y Vídeo. En este caso, dentro de la pestaña Más, no podemos seleccionar el HDR y el modo Profesional, pero sí que podemos hacer uso de los Filtros.

Dentro del modo Retrato, ahora sí que disponemos de la cámara IA para el reconocimiento automático de escenas, que se suman a la opción de habilitar el efecto bokeh, los cinco tipos de iluminación y los diez niveles de belleza. Pero los resultados vuelven a ser los mismos que en la cámara trasera: no hay apenas diferencias entre la mayoría de tipos de iluminación y el nivel máximo de belleza produce unos selfies muy artificiales.

En lo que respecta al efecto bokeh, como la cámara frontal no dispone de dos sensores, el desenfoque del fondo se lleva a cabo mediante software provocando que en la imagen resultante el fondo desaparezca prácticamente y varias zonas del primer plano (como el pelo, la barba o algunos complementos) se muestren enormemente desenfocadas. Es decir, la cámara solo es capaz de reconocer correctamente el rostro del sujeto, pero no establece adecuadamente los límites respecto al fondo.

No obstante, y dejando al margen el bokeh y el embellecedor, la calidad de imagen que ofrece la cámara frontal es buena en términos generales, tanto en escenas bien iluminadas como por la noche y en situaciones con poca luz, en cuyo caso, podemos recurrir al flash en pantalla. Es cierto que, al igual que ocurría con la cámara trasera, el rango dinámico es un poco pobre y en las escenas nocturnas aparece mucho ruido, pero no hemos de olvidar que se trata de un modelo de gama media con un precio inferior a 300 euros.

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Huawei P Smart Z, la nota final de Xataka Android

Cada vez cuesta más diferenciarse dentro de la gama media, especialmente para una marca que cuenta con un catálogo tan amplio de terminales. En esta ocasión, Huawei ha optado por introducir un elemento característico (la cámara de tipo periscopio) en un teléfono que, además, presenta unas prestaciones equilibradas y una batería que no te deja tirado en el día a día.

A ello suma una pantalla que aprovecha todo el frontal, las amplias opciones de personalización que nos ofrece EMUI y algunos añadidos, como el puerto USB-C, la toma jack de auriculares y la funda de silicona que viene de serie. Eso sí, no podemos pasar por alto su elevado peso y lo difícil que resulta manejarlo con una sola mano.

Se agradece también que Huawei haya llevado su aclamado Modo Noche a las cámaras de la gama media, aunque las fotografías que obtiene el P Smart Z distan bastante de la calidad que sí hemos visto en otros modelos de su rango de precio. Probablemente ese, junto con la ausencia de carga rápida y de reconocimiento facial, sea su punto más negativo. Pero claro, si cumpliera con todo ello, estaríamos hablando de la gama alta de Huawei y, por tanto, de un precio mucho más elevado.