Android Oreo, análisis tras seis meses de uso: una actualización con cambios discretos pero necesarios

Parece que fue ayer cuando Google lanzó al mercado Android Oreo, pero ya han pasado seis meses desde que comenzaron a actualizar los primeros dispositivos a esta nueva versión de su sistema operativo. Y como cada año se repite la historia, los fabricantes siguen actualizando sus dispositivos con cuentagotas, lo que hace que el despligue de Android Oreo sea todavía más lento que en versiones anteriores.

La versión de Oreo llegó en agosto recibiendo su primera ración de novedades con Android 8.0 para luego en diciembre recibir su segunda ración de novedades con Android 8.1. En todo este tiempo hemos estado exprimiendo esta nueva versión para ofreceros ahora un análisis más a fondo de Android Oreo tras seis meses de uso.

Una interfaz más pulida y más adaptativa

Con Oreo el sistema operativo para dispositivos móviles de Google se ha vuelto más inteligente, rápido y potente, pero sin olvidar su interfaz, recibiendo pequeñas novedades que tras seis meses con ellas costaría mucho desprenderse de ellas.

Tras el salto de Android Nougat a Oreo no encontramos un cambio radical en la interfaz, la base sigue siendo Material Design, pero si encontramos una interfaz más cuidada y adaptativa.

El cambio más importante respecto a la interfaz lo encontramos en los ajustes del sistema, cuya organización no había sido tocada desde el nacimiento de Android en 2008. Reorganizan las opciones de configuración en nuevas categorías y subcategorías para mostrar unos ajustes más simplificados. Los primeros días tras actualizar te sientes un poco perdido en la nueva organización, y tirarás del buscador para encontrar un ajuste, pero al poco tiempo ya te habrás acostumbrado a esa distribución y ya no será un problema encontrar un ajuste.

La barra de ajustes rápidos también sufre un pequeño rediseño, añadiendo en Android 8.1 una ligera transparencia que a mi todavía no me ha terminado de convencer, pero lo más importante es que ahora todos los iconos son interruptores que activan o desactivan funciones. Ya no mostrarán nueva vista al tocarlos. Si tocas ahora el icono de los datos no verás el consumo de datos, se desactivarán los datos. Para ver ahora el uso de datos o de la batería hay que hacer una pulsación prolongada, y tras tantos años haciendo una pulsación simple a veces se te olvida que ahora hay que dejar el dedo pulsado durante unos segundos.

Tras estos pequeños cambios y mejoras, la novedad más importante en la interfaz es su adaptabilidad. Android 8.1 adapta el color de fondo de las carpetas, barra de notificaciones y ajustes rápidos dependiendo del fondo de pantalla. Si el fondo de pantalla es claro se pondrá un tema claro en la interfaz, si por el contrario los colores del fondo son oscuros se pondrá el tema oscuro. Personalmente me gusta este cambio automático de tema, ya que hace que la interfaz se mimetice con nuestro fondo, evitando esos altos contrastes.

Los iconos adaptativos todavía no han conseguido la normalización

Parecería que Android 8.0 iba a traer esa esperada normalización en el diseño con esos iconos adaptativos, que dependiendo del fabricante y lanzador de aplicaciones se mostrarían todos de forma cuadrada, circular o con esquinas más o menos redondeadas, pero seis meses después vemos como muchos desarrolladores, hasta la propia Google, no han adaptado todas las aplicaciones a estos nuevos iconos. Seguimos teniendo un popurrí de diseños de iconos. También Google prometía que con estos iconos veríamos efectos en las transiciones y de momento sin rastro.

Emojis reconocibles

Respecto a diseño, otro de los cambios más importantes de Android Oreo lo encontramos en los emojis. Ya no tienen ese raro diseño de gota en el que a veces costaba reconocer el gesto del emoji. Ahora cuentan con un diseño más reconocible, muy parecido al usado en los emojis de iOS y de WhatsApp. Aquí Google ha acertado mucho en el rediseño de los emojis.

Más orden y mayor control en sus notificaciones

En Android Nougat parecía que tras llegar las respuestas rápidas iba a ser muy difícil encontrar importantes mejoras en Android Oreo, pero Google nos sorprendió con dos importantes novedades.

El cambio más visible lo encontramos en su nueva jerarquía para organizar cada tipo de notificación. Ahora en primera posición aparecerán las coloridas notificaciones en curso, luego las notificaciones de persona a persona (mensajes, llamadas...), después las notificaciones generales (eventos, recordatorios, suscripciones...) y por último, en reducido, las notificaciones menos importantes, las del tipo "Por cierto..." (el tiempo, el tráfico, la bolsa...). Con este cambio no se te perderán mensajes y llamadas perdidas entre otras notificaciones sin interés.

Pero el cambio más importante lo encontramos gracias a los nuevos canales de notificación que nos dan más control sobre el tipo de notificaciones que queremos recibir de una aplicación. Gracias a esta novedad evitas tener buscar si en los ajustes de la aplicación puedes silenciar un determinado tipo de notificación. Ahora desde los ajustes con una simple pulsación prolongada puedes decirle al sistema que deje de enviarte ese tipo de notificación. Eso sí, siempre y cuando la aplicación sea compatible con los canales de notificación, pero en estos seis meses, la mayoría de las aplicaciones soportan ya esta característica.

¿Posponer las notificaciones?

Otra forma de tener mayor control sobre las notificaciones es la nueva función para posponerlas, decidir que quieres volver a recibir una notificación más tarde, en 15 minutos, 30 minutos, 1 hora o 2 horas. Sigo dudando la utilidad de esta función, ya que sólo la usé un día para probarla y en estos seis meses me he olvidado de esta novedad. Al menos para mí, no le veo mucha utilidad, salvo en recordatorios, pero para eso las propias aplicaciones suelen implementar sus propias opciones para aplazar los avisos.

Modo PiP descafeinado

Una de las principales novedades de Android Oreo era su nuevo modo Imagen en imagen (PiP), y que es una de las novedades que más he usado durante todo este tiempo. Con esta característica podrás seguir viendo una aplicación en una ventana flotante, como un vídeo, una videollamada o la navegación paso a paso, mientras usas otra aplicación. El mayor inconveniente es que la versión gratuita de YouTube no es compatible, sólo los suscriptores de YouTube Red pueden usar el modo PiP para ver sus vídeos... cosa que tras seis meses sigo sin entender, ya que la combinación YouTube + PiP es perfecta.

Más inteligente

Hay una novedad de Android Oreo que es posible que no la uses mucho, e incluso te olvides de ella, pero siempre te acabará sorprendiendo: su selector de texto inteligente. Si alguna vez tienes que copiar un teléfono para llamar, o una dirección para buscar su ubicación en el mapa, o un correo para enviar un correo, ya no tendrás que copiar y pegar, al seleccionar el texto verás como el selector ya te permite llamar a ese teléfono, abrir esa dirección con Google Maps, o enviar un mensaje a ese correo.

La inteligencia de Oreo no queda en su selector de texto, también es capaz de recordar nuestras cuentas de usuario para que no tengamos que escribir nuestro nombre de usuario y contraseña en nuestras aplicaciones. Android Oreo se ha integrado con el Autocompletado de Google y con el gestor de contraseñas Google Smart Lock. Gracias a esta función, cuando vuelvas instalar tus aplicaciones favoritas, no tendrás que escribir nada para iniciar sesión y recuperar los datos, ya lo hace Google por ti.

Más seguridad y tranquilidad

Android Oreo ha mejorado bastante la seguridad, y uno de los cambios más importantes son los permisos de acceso especial, como el de los temidos SMS Premium, o la nueva forma de poder instalar aplicaciones desde orígenes desconocidos. En versiones anteriores permitías a cualquier aplicación instalar archivos APK, con lo que corrías el riesgo de que una aplicación maliciosa comenzará a descargar e instalar más aplicaciones maliciosas en tu móvil. A partir de Android 8.0 esto cambia, y ahora tienes que autorizar que una aplicación pueda instalar archivos APK.

Otra de las novedades que te dan más tranquilidad, es la función de activar el Wi-Fi automáticamente cuando vuelves a casa o llegas al trabajo. Así se evitan esos sustos cuando descubres que se olvidó volver a activar Wi-Fi cuando llegaste a casa, y miras con miedo el consumo de datos que hiciste.

Android Oreo, la opinión de Xataka Android

Android Oreo no ha logrado convertirse en la actualización más importante lanzada hasta la fecha como sí sucedió en año pasado con Android Nougat. Las versiones de Android 7.0 y Android 7.1 si que implementaron novedades muy importantes, como la respuesta rápida, la pantalla divida, los gráficos de alto rendimiento con la API Vulkan, o su administrador de almacenamiento inteligente.

En Android 8.0 y 8.1 estamos ante una actualización no tan importante aun a pesar del salto del número de versión y al cambio del nombre. Las novedades aunque son importantes y bien recibidas, como el modo PiP, las mejoras en las notificaciones, el selector de texto inteligente o el autocompletado, no son tan esenciales para la mayoría de usuarios, sobre todo si tenemos en cuenta que algunas personalizaciones de los fabricantes ya implementaban en versiones anteriores algunas de las novedades de Oreo, como el modo PiP.

En definitiva, que el salto de Android Nougat a Android Oreo no es tan grande, ya que la mayoría de funciones más importantes y las más usadas vienen ya de las versiones anteriores, con lo que en el día a día apenas notarás esos cambios.

Si queréis conocer en detalle todas las novedades de Android Oreo podéis consultarlas en los siguientes enlaces:

Ver todos los comentarios en https://www.xatakandroid.com

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